Cuando el muchacho fue algo más grandecito, la cámara de juguete se convirtió en una réflex que acompañaba al adolescente a donde quiera que fuese. Durante su juventud ya comenzó a hacer sus primeros pinitos en el pueblo, por lo que le pagaban un par de pelas que no le venían mal. Con esos comienzos muchos son los fotógrafos profesionales que ahora trabajan en Madrid y otras ciudades españolas.
Y es que no hace falta mucho cuando uno sabe a lo que se quiere dedicar. Con un pequeño empujoncito el talento sale solo a raudales. Además, una de las mejores cualidades de la fotografía es que se puede practicar en cualquier lugar y situación, pues el convertir algo cotidiano en digno de un marco en una galería es parte del trabajo de los fotógrafos profesionales. En cualquier pueblo, ciudad, o pequeño rinconcito del mundo se puede realizar fotografía de calidad, solo hay que saber lo que queremos expresar con ellas, lo que queremos hacer sentir al público. Y es eso lo que a muchos llama la atención del arte de captar instantes: la capacidad de expresar sentimientos diferentes con solo cambiar la perspectiva desde la que disparan su cámara.
¿Cuáles fue ese lugar, esa instantánea que te hizo pensar "la fotografía es lo mío”? Desde Alban Fotógrafos nos gustaría que compartieras con nosotros tu experiencia en este campo al que tenemos la inmensa suerte de dedicarnos.